Esta temporada me la he pasado en el cine con diferentes amistades, así que tengo algunas cosas qué comentar.
No sé qué tan populares sean los Huevocartoons del otro lado del charco, pero en México han tenido bastante éxito. Iniciados como animaciones en flash, pronto se convirtieron en un fenómeno de masas, pasando su página a ser de cobro para bajar algunas animaciones, y después siendo explotadas las figuras en muñecos (huevos) de peluche, stickers incluidos en las papas Sabritas y el pan Bimbo, figuras de plástico con dulces dentro, etc.
Pues bien, sus creadores decidieron seguir explotando la veta, por lo que crearon una película con nuevos personajes y bastantes escenas recicladas de sus viejas animaciones. Con un guión irregular, y algunos personajes principales bastate prescindibles, transcurre esta animación de 90 minutos aproximados de duración.
Con muchos chistes de doble sentido, que me temo en ocasiones pecan de localistas, y bromas en torno al destino de los huevos, se construye la película que nos cuenta la historia de Toto, un huevo que es separado de su madre al momento de "nacer" y es llevado junto con muchos otros huevos a un hipermercado, desde donde llega a una casa cualquiera y conoce el terrible destino que les espera: ser devorados tras una horrenda masacre. Toto y sus compañeros emprenden una aventura para escapar de tan terrible destino y cumplir sus sueños particulares. Es así que acaban extraviados en una feria, donde conocen a unos huevos equilibristas y los despreocupados huevos de confetti, unos huevos que se dejan guiar por "el colesterol" y viven felices "metiéndose confetti".
Con diferentes niveles de lectura, esta película ha roto records de taquilla en México, logrando hacerse con el título de la película mexicana más taquillera de los últimos años. Así anda el mercado... Para mi gusto, en el extranjero pasará sin pena ni gloria, siendo promovida como película infantil, al haberse centrado demasiado en un segmento muy reducido del mercado. En fin, una película palomitera para pasar el rato y que los pubertos se rían a carcajadas.
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