lunes, noviembre 29, 2010

¿El superlativo de Machote? ¡MACHETE!

Hace tiempo escuché la
recomendación de esta película, con la descripción de "Es tan mala que es buena". Pues bien, tras ver la cinta en cuestión puedo decir que sí, pero no. La película es exagerada a decir basta, con situaciones inverosímiles y más pistolas que en una armería del ejercito. Casi que uno esperaría que fuera una serie B y, sin  embargo, cuenta con actores de renombre: Robert DeNiro, Jessica Alba, Michelle Rodríguez, Steven Seagal y Lindsay Lohan forman parte de su reparto. Pero claro, se trata de la última entrega de Robert Rodríguez, el creador de El Mariachi, por lo que sabemos que es un tipo de cine lleno de adrenalina, testosterona y mucho humor negro, además de un gran presupuesto y efectos especiales.

Danny Trejo, quien siempre sale de malo en otras pelis de Rodríguez, recibe el peso protagónico interpretando a Machete Cortez, un ex policía federal de México que fue traicionado por su gente al tratar de detener a un capo de la mafia. Años después, Machete es un mojado más en las tierras del Tío Sam, parte de la mano de obra barata que mantiene funcionando la economía de Texas en base a trabajos de albañilería, plomería, cosecha o lo que se tercie. Sólo que esta vez es contratado para tratar de matar a un senador en campaña, cuya consigna es cerrar definitivamente la frontera y deshacerse de todos los ilegales que infestan el estado. Al menos, esa es la cara que se muestra al electorado.

A partir de la premisa de la campaña electoral y el atentado, Rodríguez hace una sátira feroz donde critica la doble moral yanqui, que por un lado utiliza a los indocumentados para pagar una miseria y por el otro los sataniza por su condición de ilegales. La migra, el narco, la iglesia, las relaciones de poder y los cholos se entremezclan en esta brutal película que saca al espectador carcajadas al por mayor mientras se emociona ante un nuevo héroe duro capaz de enfrentarse a Steven Seagal en un duelo a muerte.

¡¡¡Holaaaaaaaaaa enfermeraaaaaas!!!
No estoy segura de que la película sea igual de disfrutable en cuanto a la parte crítica por gente del otro lado del charco, ya que mucho del contexto tiene que ver con la frontera, imaginería popular mexicana y personajes cotidianos. En lo particular, una de las cosas que más risa me dio fue la del paletero con todo y carrito, pero portando un arma de asalto. En fin, para saber de lo que hablo recomiendo verla con amigos, cervezas y un bowl grande de botanas.

Por cierto, por si no bastase con las alucinantes escenas de acción, los extensos diálogos que se avienta Machete son de antología (LOL) :

Machete: Machete don't text 

[Dentro de la iglesia]
Padre Benito del Toro: It's not safe for you to be here.
Machete: I'm not looking for "safe".
Padre Benito del Toro: No, I mean it's not safe for me for you to be here!

Sartana: I tought Machete don't text.
Machete: Machete improvises.

En fin, una buena cinta palomitera para disfrutar con los amigos. Y como recomendación final una compilación de frases respecto a Machete.

viernes, noviembre 26, 2010

El hombre que fue Drácula

Todo mundo, quien más, quien menos, conoce a Drácula aunque jamás haya leído la obra. No importa que sea de las caricaturas de Scooby Doo, de alguna vieja película de la Hamer, la versión de Coppola o de Leslie Nielsen, se trata de un personaje clásico de quien todos han oído hablar. Ahora bien, haga el lector la prueba de preguntar por Bram Stocker. La mayoría de la gente jamás ha oído hablar de él, y no faltará el que pregunte si se trata de un músico de hip hop.

Los creadores generalmente pasan al olvido, aún cuando sus propias vidas hallan sido verdaderas historias dignas de un libro o, ¿porqué no?, una obra de teatro. Claro está que no cualquiera escribe teatro, un género bastante dificil desde mi punto de vista. ¿Cómo decidir las partes de una biografía a plasmar? ¿Cómo resumir en una hora aproximada las tragedias de una existencia? Y sin embargo, nouniuyn lo logra. Debo decir que no he tenido la fortuna de ver representada la obra, sin embargo el autor ha logrado que me sumerja en la misma desde mi sillón y logre disfrutarla como hace mucho no hago al leer teatro.

lunes, noviembre 22, 2010

Entrenando a tu gato, digo, a tu dragón.

El libro
Hace años que salió a la venta el libro Entrenando a tu dragón, de Cressida Cowell. Un encantador libro para niños. Los personajes tenían todos nombres ridículos y despectivos, justo el tipo de sobrenombres que los niños disfrutan de ponerse unos a otros para molestarse.

El héroe
Los personajes una panda de vikingos duros y apestosos con muy malos modales, acostumbrados a resolver todo con el uso de la fuerza y los gritos. Y, en el medio de todo esto, un personaje principal pequeño y debilucho, un poco rata de biblioteca que debe soportar las pullas de los demás y sintiéndose poco menos que chinche a cada paso de su vida. Para no variar este crío ha de convertirse en El Héroe, así con mayúsculas, sin tener idea de cómo hacerlo. Vamos, que los héroes nacen, no se hacen, lo tienen todo fácil y predestinado. ¿O no es así? En fin, que nuestro pequeñajo Hipo Horrendo (sí, así se llama) lo tiene crudo, y más por tener que conseguir a un dragón y entrenarlo cual si de un pero se tratase, que es el estilo de su gente. Como sea, que el chaval de alguna manera ha de hacerse de un dragón y entrenarlo como un perro, pero el tiro le sale por la culata.

El dragón
Todo mundo tenemos la imagen del dragón, un reptil alado con una armadura de escamas a prueba de casi todo, garras afiladas, colmillos descomunales, aliento de fuego y un humor de los mil demonios. A veces se comunican con los humanos, aunque casi
preferible que no lo hagan, que generalmente no resulta muy afortunado el intercambio dialéctico. Si, así es la imaginería de un dragón, hasta que alguien nos informa que los bicharracos empiezan siendo pequeñitos, pequeñitos, casi del tamaño de un chihuahua, y que es posible entrenarlos. ¿¡En serio!? Al menos es lo que la tribu de Hipo opina. Desgraciadamente para Hipo, el método vikingo no funciona con su persona, y es así que descubre que un dragón, su dragón, no es como un perro, sino como un jodido gato. ¡Vaya suerte! Y para colmo ni siquiera tiene colmillos. Le ha tocado en suerte el único dragón desdentado de todo el mundo, así que ese acaba siendo el nombre de su "temible dragón": Desdentado. En fin, como decía, un dragón es taimado, individualista y comodino, y si obedece a los vikingos es sólo porque son más grandes y agresivos que él. Así que Hipo tendrá que usar todo su ingenio y convertirse en un "Encantador de dragones" si es que quiere llegar a algún lado con su minino con escamas.

El Monstruo
Desgraciadamente para Hipo, por no decir para todos los vikingos, no todos los dragones son del tamaño de un chihuahua o de un mastín. Existen dragones grandes, muuuuuy grandes. Dragones tan grandes como una montaña y tan destructivos como un volcán. Y este tipo de dragones tampoco se dejan entrenar los muy taimados. Así que será necesario buscar una forma de evitar la destrucción, y difícilmente mediante una croqueta se persuadirá al bicho
de no merendarse a todos los vikingos. Lo que queda es una muy buena historia donde la inteligencia resulta más importante que la fuerza bruta.

La película
Bien, como ya se sabe, pocas veces Holliwood deja un libro intacto cuando hace su traducción a la gran pantalla y esta no es la excepción. Aquí tenemos una historia con corrección política, romance y toda la cosa. Una historia sencilla que se complica y sazona para el lucimiento de los efectos digitales. Una historia que conserva el espíritu y personajes básicos, pero poco más. Y aún así, se hace disfrutable.
Por cierto, que el pequeño Desdentado gana mucho en físico, y los animadores se lucen mostrando a una bestezuela de caracter y rasgos felinos bastante encantadora.

La recomendación
Para mi gusto, primero ver la película y después disfrutar unas noches de lectura justo antes de dormir. A final de cuentas ambos productos valen la pena, siempre y cuando se separe una cosa de la otra, que salvo el nombre de los personajes y el esquema general, no tienen nada en común.