martes, enero 29, 2008

El ”enigmático” Hobbit

Pues nada, que lleva varios días colgada la noticia en el diario El Universal de que Guillermo del Toro está planeando llevar a cabo la filmación de El Hobbit. Digo, la noticia suena bien, Del Toro es un friki en regla y seguro hace algo bastante interesante. Lo que me rechina del asunto es que en la nota que conduce a la información pongan la frase de enigmático. ¿Qué tiene de enigmático un hobbit? Obviamente, para el friki promedio de literatura fantástica, nada. Pero se me olvida que la gran mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que es El Sr. de los Anillos, salvo una peli muuuuuuuuuy larga que les gusta a los raritos y adolescentes. ¡Mecacho!

Que se me olvida que seguimos siendo una población pequeña, alejados de los gustos de la gran mayoría, a menos que nos juntemos con otros de nuestra especie y hagamos un club friki que acaba alejando a quienes no comparten nuestros intereses. Si lo sabré yo. Sin embargo, si se hace un estudio más detallado del mundo friki, se puede encontrar que no somos tan iguales, que no somos una comunidad homogenea. Porque desde fuera todos somos iguales, pero dentro hay todo tipo de diferencias y gente que de plano no tiene nada en común con otros miembros del conglomerado. ¿Que a ese le encanta el rol y el manga? Mira tú, qué infantil. Y a aquella sólo le mola el terror, y en especial el gore, si es que es obvio, que un poco psicópata sí es. ¿Y qué me dices de aquellos dos que se la viven hablando de comics? Si es que son unos críos... A fin de cuentas, humana natura, tan sólo es cuestión de analizar más de cerca.

Y del enigmático hobbit ¿qué? Pues nada, que para sus vecinos seguro que era un rarito ese Bilbo Bolsón, que se la pasaba recibiendo en su casa a gente de lo más curiosa, como el mago ese. Si es que debería haberse dedicado a cosas más útiles y reposadas, que también esa afición a los viajes es cosa de inadaptados, ¿sabes? Si es que no me extrañaría que en vez de los 2 o 3 desayunos religiosos tomase tan sólo uno. Y pobre del pequeño Frodo, con ese tío tan excéntrico y las extrañas compañías que frecuenta no me extraña que también sea un poco rarito...

¡Si es que en todos lados se cuecen habas!

miércoles, enero 23, 2008

El nombre del mundo es Bosque, U.K. Le Guin

Que me gusta cómo escribe la Le Guin, ya se sabe, que sus libros siempre me dejan una reflexión, también. Que algunos me hacen rabiar y me cuesta trabajo seguirlos, no estoy segura de haberlo dicho. En El nombre del mundo es Bosque, me ha costado horrores no botar el libro durante las primeras 10 páginas. Es difícil para una persona habituada a escuchar sobre ecología y derechos humanos no rabiar ante las apreciaciones que inician el libro, por parte de un soldado psicótico acerca de un planeta sometido a la más brutal deforestación. Es obvio que éste libro fue escrito en otra época, en un mundo menos concientizado sobre los problemas ambientales, (aunque no hagamos lo suficiente para solucionarlos, por lo menos sabemos cosas tan básicas como que la deforestación de un bosque lluvioso produce desertificación).

En esta ocasión la Le Guin nos habla de un planeta en proceso de colonización por parte de una Tierra sobreexplotada que, para no variar, envía a personas demasiado duras y no muy empáticas a hacer el trabajo sucio. En éste caso, explotar forestalmente un planeta que parece un invernadero, y al cual los humanos han dado el nombre de Nueva Tahití. Siguiendo las clásicas directrices coloniales, los nativos del planeta han sido sometidos a la esclavitud, aunque el lenguaje usado sugiera trabajo voluntario. Y es el choque de dos mundos diferentes lo que se plantea en la historia, el hecho de que tras la llegada de una invasión ya nada es igual, incluso para una cultura estática, que debe evolucionar o extinguirse, aún cuando evolucionar signifique adoptar los peores rasgos del otro. ¿Es posible tender puentes? Si, dentro de un marco de respeto, desgraciadamente el humano no acostumbra a respetar al otro, al menos desde la perspectiva de la Le Guin. Y es en base a las premisas de tolerancia, xenofobia y otredad que se construye este relato amargo sobre la dignidad, el respeto y la ecología. Un libro muy pequeño para leer de un tirón y que, como siempre, deja alguna pequeña reflexión para masticar tras haberlo terminado.

Ursula K. Le Guin
El nombre del mundo es Bosque
Editorial Minotauro
168 pags.

lunes, enero 14, 2008

Meme número 8

Ya, ya sé que de seguro no es el octavo que me toca, es que me recordó por alguna extraña razón al mambo número ocho. Así de loca es mi asociación mental. Pero a lo que vamos, que Pily e Illión se han puesto de acuerdo para mandarme este meme. Y como yo tampoco tengo claro de qué va, ni si cosas se refiere a objetos físicos específicamente, y no a ideas, conceptos o similares, veamos a dónde me conduce mi frenética mentecita.


NORMAS: - Hacer una lista con 8 cosas; da igual las que sean, pero han de ser ocho. - Escribir las ocho cosas en el blog junto con las reglas del juego. - Seleccionar a ocho personas e invitarlas a jugar, anotando sus nombres o el nombre de su blog. - Dejar un comentario en los blogs invitados a jugar, refiriéndonos al meme de las 8 cosas.
Ocho cosas:

-El libro que acabo de terminar: El cerebro ético. Un ensayo sobre neurociencia y cuestiones de bioética como punto de partida para entender desde un punto de vista científico el origen de la moral, teología, libre albedrío, responsabilidad y otros dilemas humanos.

-La botella de agua que siempre me acompaña. Bueno, no siempre es la misma, pero necesito hidratarme constantemente, y más trabajando con spots sobre mí todo el tiempo.

-El Googlechat, sin el cual me sería imposible platicar con mis seres queridos donde quiera que nos encontremos.

-El celular (móvil), que aparentemente no es tan necesario como pensaba. Se me ha olvidado en casa y no me está resultando dificil el no tenerlo conmigo.

-La maleta del gym, indispensable para cargar mi eterna botella de agua e hidratarme, y lugar donde se ha quedado mi cel esta mañana.

-La clase de Body-Combat. Interesante clase aeróbica que mezcla ejercicios de repetición tipo aerobic con movimientos específicos de diferentes disciplinas de combate (box, karate, capoeira, mutai, etc.), música machacona y mucho histrionismo. A veces me siento un personaje de Street Fighter con esas rutinas. XD

-El i-tunes, que me permite escuchar todo tipo de música y mezclas extrañas, ya sea con mp3 que traiga yo o con los diversos podcasts que se pueden bajar de la red.

-La memoria USB, que me permite cargar música, fotos, archivos diversos y todos los proyectos de trabajo que traigo entre manos. Por suerte 4 GB aún son demasiado espacio, aunque he tenido que comprimir en ocasiones y vaciarla para poder transportar algunos proyectos.

8 víctimas:

Alwar
Strega
Francissco
Yayo
Fran
Shera
Lawbug
Sam-thing


lunes, enero 07, 2008

El placer de las cosas sencillas

Tras la vorágine de fiestas, sobre-estímulos decembrinos, aprendizaje intensivo en mi nuevo curro, un mar de rostros nuevos, etc. Llega un momento en que hace falta desconectar un poco, cambiar de ritmo y de programación. Y ante la imposibilidad de salir de fin de semana, además que el retorno coincidiría con todos los vacacionistas que retornan saturando las autopistas, lo más recomendable es quedarse en la ciudad y aprovechar todas las ofertas culturales, deportivas, sociales y anexos.

Sin embargo hay veces que uno no tiene ganas de disfrutar de las grandes maravillas y ventajas que ofrece una capital cosmopolita, sino dedicarse a los placeres sencillos de la vida. Salir a caminar sin rumbo fijo, sin horarios, sin prisas. Una charla distendida con la pareja mientras descubrimos las viejas calles de la Colonia Roma, compartiendo información, descubriéndonos tiendas el uno al otro. Ver el ritmo de la vida en esas calles semivacías, comprar una botella de agua en una tienda vieja, espiar a unos gatos que juegan en un terreno baldío... Y regresar a casa a cocinar un platillo nuevo, compartir la preparación del mismo. Y discutir sobre la posibilidad de comprar otros ingrdientes nunca usados, atreverse a preparar un guiso nuevo. A veces, cosas tan sencillas como estas son las ideales para arrancar el año tras el caos del cierre de ciclo. Una forma plcentera de arrancar este 2008 y poder decir con una sonrisa en los labios: Feliz Año Nuevo.

martes, enero 01, 2008

¿Propósitos de Año Nuevo, dice?

¡Cómo me encanta esto de los ciclos! Comienza el año y comienza la consabida retahila de propósitos y promesas que pocos han de cumplir. El gimnasio al que acudo se verá saturado de gente que, este año sí, quiere adelgazar y empezar un estilo de vida más sano. Mientras tanto, los centros comerciales se saturan de gente con equipos y ropajes deportivos para, ahora sí, te lo jurito, ponerse en forma y parecerse a su modelo favorito. Y la venta de alimentos lite, bajos en grasas, bajos en calorías, sin azúcar, etc, etc, etc. Resaltan en los estantes y carritos de los compradores. Y no se diga de los productos milagro para adquirir un cuerpo danone sin sudar, su venta se dispara que da horror.

También hay cientos de fumadores que prometen que, esta vez sí, ya lo verás, dejan el tabaco. Y la venta de remedios para evitar el mono de la nicotina también se incrementa. Y ves como locos a los bienintencionados, mascando chicle, mordiendo bolígrafos, y con un mal genio que parece que hacienda estuviese tras ellos.

Y como esos, tantos buenos propósitos que hacen pensar que el mundo puede ser diferente se abandonan al cabo de poco tiempo. A lo máximo en marzo ya todas esas personas han desistido de sus cada vez menos esforzadas participaciones y el gym de nuevo es un lugar donde uno puede moverse sin temer un encontronazo o pisotón. Los fumadores han decidido que no vale la pena el mal humor y regresan a los suyo. Y el mundo sigue girando, con los mismos malos hábitos de siempre, con la misma inercia de la vida que, una vez más llegado el Año Nuevo, llevará a toda una serie de bienintencionados a decir que esta vez sí será diferente.

¿Que qué hay de mis buenos propósitos, dice? Ah, si, eso. Pues como soy un póco cínica y sardónica, además de amarguis para estas cosas, prefiero reservarme. Pero bueno, si se quiere un propósito expresable y verificable, ¿Qué tal seguir escribiendo durante mucho tiempo? Eso si, no respondo de las cosas que me salgan, que mi estado de ánimo suele ser muy variable.