jueves, noviembre 16, 2006

Me cuesta tanto olvidarte

Miércoles por la noche, día 15, en una ciudad abigarrada que suele ponerse más insoportable los días de pago (cada 15 días). Cita con Al y Ana en el Auditorio Nacional, al otro lado de la Ciudad. Con fiebre aún, y saliendo de un resfriado complicado que me tuve en cama varios días, recién recuperada la voz, me dirijo por metro a mi cita. Tras 45 minutos espantosos, en un trayecto de no mas de 15 (son sólo 6 estaciones para atravesar la ciudad por esta línea), llego al Auditorio con la fiebre haciendo su aparición, tras sudar como maldita en un vagón atiborrado a más de 15 metros bajo tierra. Llego con varios cientos de ingenuos que igual que yo creyeron ahorrarse incomodidades y tráfico mediante el viaje por metro, y escucho la tercera llamada mientras saludo. Por suerte soy yo quién ha impreso los boletos, que me muero del disgusto si no me esperan.

Entramos al Auditorio que está casi a reventar por gente de entre 20 y 50 años, por lo que logro ver, y rápidamente encontramos nuestros lugares, justo en el centro del Auditorio, con una vista y acústica excelentes. El escenario está armado con dos niveles, tres pantallas en la parte inferior del mismo, dos escaleras a los lados de éstas llevan a la parte superior, donde se hallan los teclados y la batería. Las luces se apagan y comienza el espectáculo. Ana Torroja aparece acompañada por dos bailarinas altas y delgadísimas,además de cinco músicos. Es todo lo que trae el show, nuevos arreglos, coreografías sencillas, unjuego de luces que acompaña, sin opacar, y la voz de Ana, que ha madurado magníficamente y se luce con las canciones que son la pista musical de nuestra vida.

Tres horas, aproximadamente, duró el espectáculo, ya que fueron tres veces las que hicimos regresar a Ana y sus músicos, teniendo la agradable sorpresa de ver en escenario a Aleks Syntek a su lado para interpretar Duele el amor; también vimos una versión muy de cabaret de Maquillaje, y ni hablar de Busco algo barato, donde Ana y yo nos pusimos en firmes, con la mano al pecho y la tarjeta de crédito en mano XD. Lo mejor fue el gran final, cuando se prendieron las luces por tercera vez nos encontramos el escenario copado de mariachis que interpretaron un arreglo de Hijo de la luna en huapango, y donde Alexs Syntek de nuevo acompañó a Ana en la voz.

En resumen, una noche maravillosa que bien valió jugarme la salud y amanecer transparente y con una recaída. Sinceramente, no me lo hubiese perdido así me dijesen que acabaría en el hospital. De este concierto, lo tengo por seguro, me va a costar mucho trabajo olvidarme.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta canción es de mis favoritas. Me encanta. Me alegro que lo pasaras bien a pesar del resfriado. Cuidate chica.

Besos

MJ

Ál dijo...

Si, fue una noche para recordar, la pasamos muy bien, pero.... sigo preguntandome para que pagamos asientos si no la pasamos parados jajaja

Errantus dijo...

Gracias por los buenos deseos, MJ. Y a mí también me fascina la canción. Besos a las peques, a tí ya un cariño al gato. ;)

Pues mira, Al, no se si nos habrían hecho descuento sabiendo que íbamos a pasar medio concierto de pie, pero si nos lo venden así, me habría llevado zapatos de piso, porque los zancos que uso normalmente son para morirse tras un rato de pie. XD

vitalis dijo...

me cuesta tanto olvidarte...

Errantus dijo...

¿acaso ya has dicho nunca mas?