Los Transformers son parte del bagage cultural de muchas generaciones que crecimos viendo caricaturas; pasando por diversas etapas y las adaptaciones más inverosímiles al más cutre estilo Power Rangers, hemos visto a Autobots y Decepticons pasar por carrocerías, escamas y peluche, lo mismo que animación tradicional, 3D y ahora los mega efectos digitales. Pues bien, durante todas esas adaptaciones nunca sentí que me estuviesen tomando el pelo como ahora que fui al cine a ver en pantalla grande el eterno enfrentamiento. No, no es que no saliesen los robots a pegarse hasta por debajo de los LED´s, ni que los efectos especiales fuesen más bien defectos. Para nada. El problema es la cursi historia que nos meten a contrapelo en la trama. Mejor dicho las, que el rollito sentimental del loser que anda tras la bonita de la clase y el padre incomprensivo le compra una carcacha aborrecible con la que no podrá ligar resulta soporífera, pero al menos se entiende como la típica historia para adolescentes. Lo que no tiene perdón es la cursi-propaganda para tratar de subir los bonos de un ejército más que desprestigiado gracias a la guerra de Irak. Y es que la propaganda es descaradísima, eso de el sentimentalismo extremo con el papá que no conoce a su hijita sino por ordenador, el puertorriqueño que habla su champurrado de spanglish para que veamos que son multiculturales e inclusivos, y tan buenas personas que tienen a un chiquillo musulmán entre ellos al que usan de guía para llevar información vital al pentágono, y de paso la guerra a la aldea, resulta vomitivo. No hablemos ya de los cliches racistas que se avientan como bromas, de pésimo gusto.
Como sea, los enfrentamientos de los robots son excelentes, Megatron se ve impresionante, lo mismo que sus seguidores. Las olas de destrucción son brutales, y si durasen media hora más y se ahorrasen las cursilerias la película no tendría peros. Desgraciadamente su propaganda proyanki es inevitable al tratarse de una gringadera hecha y derecha. En fin, palomitera a más no poder y buenísima para dejar el cerebro en casa y recordar la etapa adolescente.
2 comentarios:
Ya te lo dije. Una peli muy buena si te centras en los robots. La propaganda es excesiva pero bueno... los robots molan :D
Nada nada amiga, es que tienes que ponerte el chip de "tengo quince años" para poderla disfrutar, yo lo hice y como enano!!...pero ya si te pones el de 16 para arriba, si es mala.
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