Como ya comenté, este finde tuve una reunioncita en la cual se hizo presente una vez más el “Síndrome del Ángel Exterminador”, que es la costumbre de eternizarnos en una fiesta y, por más que nos despedimos, no movernos del lugar. A mí en lo particular no me molesta, estoy tan habituada al mismo que perfectamente puedo convivir con las visitas por un fin de semana completo, más tiempo no por las cuestiones laborales. Pero bueno, toda esta cháchara no es sino una pequeña introducción a una magnífica película de la era del surrealismo que tan bien pegó en mi patria, aunque sólo sea por lo que decía André Breton: México es un país surrealista.
El Ángel Exterminador trata sobre una reunión de la alta sociedad mexicana en el salón de fiestas de una espléndida mansión. Por alguna misteriosa razón, que jamás se termina de comprender del todo, los invitados son incapaces de abandonar el salón por más que se despiden de la reunión, quedando atrapados por días y más días sin que nadie les impida abandonar la sala, pero con una especie de encantamiento que les ata al lugar. Poco a poco la desesperación va aseñoreándose en la mansión, mientras los servicios más básicos brillan por su ausencia. La pátina de civilización se descarapela conforme pasan lo días y la barbarie se hace presente en un grupo derrotista que ya nisiquiera busca la razón ni forma de escapar de tan extraño cautiverio. Una serie de imágenes reiterativas, un ambiente opresivo y la mirada crítica que muestra el falso oropel de la “gente bien”. Mientras dentro los prisioneros se ensañan los unos con los otros, en el exterior hay gente intentando entrar a rescatarlos sin éxito alguno, ya que la misma misteriosa barrera que impide a salir a unos, evita que los otros entren.
¿Porqué el nombre de El Ángel Exterminador? Porque sí, porque le dió la gana cuando oyó a un ammigo mencionarlo, aunque el título original de la peli era Los náufragos de la calle Providencia, ya que realmente asistimos a un naufragio de la cordura. Como si de El Cubo se tratase, hay que buscar la combinación correcta de factores que rompan la barrera y lleven a la liberación de los personajes, para iniciar el juego a una versión corregida y aumentada que a cualquiera pone los pelos de punta.
El Ángel Exterminador
Luis Buñuel
1962
México
2 comentarios:
Grave falta en mi escasa cultura cinematográfica...intentaremos enmedarla.
Bueno, pues yo que soy un fanático de esta película, estoy indignado. Vivo en España, y no soy capaz de encontrar una copia comercial en la que no hayan eliminado la repetición de la entrada de los burgueses en la casa. Me parece aberrante que se hayan atrevido a hacerlo en contra de la idea del autor, que precisamente juenga con la repetición en todo el largo. Sólo dispongo de una copia en vhs de una emisión en la tele de hace veinte años en la que esto no ocurre.
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