24 de Diciembre, que trabajen los pringados; y yo con ellos…

Pues si, que me ha tocado trabajar, así que a las 7:30 estaba en la calle viendo al basurero limpiar la acera, a los vendedores de churros a la entrada del metro, a las taquilleras expendiendo los billetes de entrada y a las decenas que, como yo, se dirigían a cumplir sus labores. Y aprecié el hecho de que hubo quienes desde la madrugada tuvieron que levantarse para ofrecer los servicios que otros usamos y disfrutamos, como el conductor del metro, el chofer del bus que me trajo a la oficina, la gente del comedor que tuvo que llegar a preparar los desayunos, los que atienden las cafeterías y el deli-bar, por no hablar de los que transmiten las noticias, los vendedores de los centros comerciales, las cajeras del hipermercado donde de último momento va uno a comprar el ingrediente olvidado, los operadores de telefonía movil y miles más que me dejo en el tintero.

Todos queremos descansar en estas fechas, cierto, pero queremos que los servicios continúen funcionando, que nos atiendan como debe ser, y que nada se detenga. Difícil de lograr sin toda esa gente que, de buena o mala gana, cumple sus labores. Así que muchas gracias señores pringados, especialmente a los que el 25 nos harán la vida amable a todos aquellos que estaremos desvelados y resacosos buscando un lugar donde vegetar el resto del día.