sábado, diciembre 13, 2008

El horror de las películas

Por cuestiones laborales me hallo sumergida en un mar de fichas técnicas y sinopsis de películas de los más diversos países y géneros, con toda clase de creadores y, en términos generales, unas muy mediocres ideas y productos finales. Que si, que del cine que se proyecta en pantalla grande menos de la mitad vale la pena pero, comparado con lo que se produce directamente para la TV y los antes llamados videoclubes, es un garbanzo de a libra y con buenas posibilidades de comercialización y recuperación de inversiones. Cientos, tal vez miles, de películas se producen al año, algunas con unos guiones francamente lamentables, con (d)efectos espeiales cutres y actores muertos de hambre que aceptan lo que sea con la ilusión de llegar a llamar alguna vez la atención y pasar al olimpo de la fama. Mientras tanto, a ganarse las lentejas con lo que sea. ¿Y los directores de estos productos tan lamentables? ¿Tienen algún poder de decisión? ¿Las casas productoras y los estudios les dan alguna opción? Porque si se para uno a leer las fichas técnicas de las pelis, resulta que Tim Burton no es el único casado con un artista de cabecera, los hay a montones, sólo que la gran mayoría son conocidos sólo por su madre. ¿Y los productores? ¿Será igual de lamentable la cosa? ¿Realmente recuperarán su inversión? Por lo poco que se, las cadenas televisivas y de cable tienden a comprar películas por paquetes, como quien va al supermercado y se lleva el paquete de 5 sopas por un precio; algunas gustarán más, otras menos, pero va todo incluído, y ya el provecho que se le pueda sacar dependerá del consumidor final y del que prepare la mezcla en diferentes días y horarios.

¿Cómo se generan los guiones? ¿Habrá muchos Ed Woods por el mundo escribiendo y produciendo películas como churros? Al parecer, si. Hay un nicho para todo, supongo, así que nos encontramos con cientos de animaiones de una hora para rellenar horarios infantiles con dibujos pobres y mal hechos y guiones bastante ñoños. Hay pelis para adolescentes donde lo que abunda es el flashing (desnudos o semidesnudos sin justificación) y con tramas la mar de absurdas.

Pelís de acción, de terror, de aventura, cursis, románticas, gore, eróticas... Miles y miles de ellas, miles y miles de horas hombre que se resumen en unas cuantas líneas que pueden engañar, o no, para que uno se decida a comprarlas o por lo menos empezar a verlas. Y ahí entra el arte de las sinopsis, el horror de los textos vanos, del tratar de venderle azúcar a Fidel Castro. ¿Cómo se promociona un producto en el que no se cree y en el que se ha invertido tan poco? Por lo general, la sinopsis es tan pobre como la idea central o el presupuesto, ya no hablemos del arte de la carátula y los afiches. Aún puedo recordar la sinopsis de Snakehead: "El sherif de un pueblo debe enfrentar a los peces cabeza de serpiente mutantes que salen del lago y nadan y caminan". ¿Y? ¿El solito? ¿En el lago? ¿Peces que nadan y caminan? ¿Cómo se produjo el fenómeno? ¿Será una peli interesante? Bueno, esa última pregunta la puedo contestar, a que me tocó ver un pedazo de la trama, el "angustioso" final. Y si eso eran peces, y tenían semejanza con serpientes, yo soy japonesa. Película para adolescentes desvelados con péimos efectos especiales y actuaciones pobrísimas, donde los actores debían asir los monstruos para mostrar que los atacaban. Triste, triste.

¿Cuántos Ed Woods hay en el mundo? ¿Cuántos actores fracasados? ¿Cuántos animadores mediocres y escritores sin oportunidades o talento? ¿Y cuántos miles de productos mal hechos circulan al año, despojos sin esperanzas de la fábrica de sueños?

2 comentarios:

francissco dijo...

La máquina de Hollywood tiene tal déficits de guiones que ya lleva tiempo recurriendo a terceras, cuartas y quintas partes, a comprar derechos de pelis de fuera o, directamente, plagiarles. A los franchutes, por cierto, no paran de hacérselo.

Luego me enteré de que buena parte de lo que hacen ni siquiera lo sacan aal extranjero. Vete a saber la porción de lo que por aquí llamamos "americanadas" que se tragarán en la Yanquilandia profunda.

Entre ellas están los horrores de varias de Steven Segal y otras por el estilo que no llegarán jamás al extranjero, gracias a dios sean dadas, aunque es posible alquilarlas en videoclubs para masocas, je, je.

Ya se quejaba Spielberg una vez de la falta de auténticos escritores para cine y que razón tenía.

Un saludón.

Ál dijo...

Bueno, otra razón más para no tener TV de cable jajaja no vaya a ser que me salgan los peces mutantes que caminan en la noche. Eso si sería ominosoooo