Hace casi 30 años la Editorial Roca sacó una estupenda colección de Fantasía, Terror y Ciencia Ficción, una verdadera delicia para los amantes del género y que muchos por la corta edad no supimos aprovechar correctamente. Años después aún es posible encontrar estas joyas repartidas por las librerías de viejo.
El Canto del Cisne -Swan Song- es un libro que para muchos pasó desapercibido, en parte por lo malo y estereotipado de su portada. ¿Un rostro "demoníaco" sobre nubes y un sol rojo? ¡Vaya originalidad! ¡Qué miedo! El título y la imagen no pegaban el uno con el otro, ni de broma. Así que, cuando por fin me decidí a comprarlo en la librería de viejo, permaneció por años juntando polvo en el estante. Pero como a toda capillita le llega su fiestecita, por fin a principios de este año me decidí a darle una oportunidad al tocho de casi 700 páginas tamaño carta.
El Canto del Cisne cuenta una visión apocalíptica de la tierra mediante una historia río donde los diferentes personajes van confluyendo en una narración angustiosa y sobrecogedora. Comenzamos con la terrible hora del Armagedón, cuando el presidente de los Estados Unidos de América decide iniciar la ofensiva final y desata el infierno en la tierra al lanzar cientos de ojivas nucleares contra la Unión Soviética. A partir de ese segundo, y en diferentes partes de Estados Unidos la vida de varios y disímiles personajes principales transcurren en el medio de sus miserias particulares, tan sólo para ser sacudidos por las explosiones nucleares a su alrededor y encontrarse entre los miles de desafortunados sobrevivientes que deberán enfrentar el invierno nuclear, el hambre, la muerte y la desesperación como el único modo de vida.
Dentro de la cacofonía de voces imperante se halla el personaje que da nombre a la obra: Swan (Cisne), una pequeña niña de 10 años con el poder de despertar la vida y que acaba siendo protegida por un luchador de segunda llamado Josh, mejor conocido por el mote de "El Frankenstein Negro". Sus destinos se ven entretejidos con los de una enloquecida indigente de Manhattan que se hace llamar "Hermana" y un demonio que persigue incansablemente a ésta última para arrebatarle un objeto misterioso.
También tenemos intercaladas las terribles historias de guerra de los enloquecidos ejércitos que insisten en sembrar la muerte y destrucción sobre los maltrechos supervivientes, todo en pos de un poder efímero, de una supremacía racial o de delirios religiosos. En fin, un interesante coctel de historias que se entretejen a lo largo de 14 capítulos intrincados y divididos en montones de subcapítulos que nos ponen los pelos de punta, nos angustian y enternecen una y otra vez.
Altamente recomendable, pero requiere de mucho tiempo para su lectura y posterior digestión. Si le agradan las historias que además de entretener dejan lugar a la reflexión, y logra encontrarlo, no lo deje escapar.
El Canto del Cisne
Robert McCammon
Editorial Roca
Gran Super Terror
662 páginas
4 comentarios:
Cuando lo leí a las 15 me gusto mucho y ahora al releerlo a los 36 se disfruta mucho mas. A este libro el autor, junto a otros dos, el autor por ser los primeros que escribió no los permite reeditarlos por no considerarlos de calidad.
Curioso, porque la novela recibió un premio de la crítica especializada. Y se trata de una excelente novela.
Hola buenas noches, después tenerlo tanto tiempo en la biblioteca de mi madre y que por fin ha pasado a mi propiedad, lo estoy leyendo y hasta el momento me está gustando. Mi madre compró varios libros de esa famosa colección de ROCA GRAN SUPER TERROR y SUPER TEROR, aunque no todos los pudo comprar. Yo los atesoro porque son parte de mi infancia y de las primeras semillas que germinaron en mi el amor por la lectura. Un saludo desde Acapulco.
Buena historia. El libro lo conseguí de segunda mano en mi ciudad, Riobamba (Ecuador). Me encantó la historia y desde ese momento me encantan las historias apocalípticas. Me hizo estremecer de miedo cuando el "demonio" esta en el cine y pide que pongan la película una y otra vez.
Hay una anécdota con respecto a la portada del libro. En ese tiempo, una prima me pidió que durmiera en su casa, mientras ella estaba de viaje, yo llevaba el libro para leerlo por las noches y solía dejarlo en un sillón para ir a dormir a la habitación. Una noche deje el libro con la portada hacia arriba y no podía dormir, sentía como que esa cara me veía y me daba miedo; tuve que levantarme y colocarlo boja abajo y poner encina un cojín; solo así conseguí dormir. Las siguientes noches lo colocaba de la misma manera.
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