El hombre gris

Yo conocí al hombre gris o, mejor dicho, me fue presentado. Al hombre gris nadie le conoce, y nadie le recuerda. El hombre gris es una sombra, un suspiro corporizado al que nadie escuchó nunca. El hombre gris es del color del pavimento, del concreto, del cielo de esta ciudad contaminada. El hombre gris es como el polvo, más polvo en el viento que cualquiera de nosotros. Y a veces me he preguntado si tendrá sustancia. ¿Qué es lo que hace el hombre gris? ¿Come y bebe como yo? ¿Qué gustos tiene el hombre gris? Lo imagino sentado en un salón gris, con un televisor gris mostrando estática en la pantalla.

Hoy encontré el blog del hombre gris, y ví que dentro tiene una gran parcela de color, pero tan oculta y envuelta en sus nubes de lana gris que nadie puede verla. Quizá la proteja para que no se la roben. Quizá el hombre gris es tan gris porque absorbe todos los colores, y los guarda en su parcela multicolor, sin dejar que vuelvan a salir jamás. Un saludo, hombre gris, hoy que me topé contigo y recordé que alguna vez ya fuimos presentados, pero hasta hoy te conocí.