El viernes fui al cine con unos amigos y, sin demasiado interés por mi parte, entramos a ver la peli de MUNICH. Cabe mencionar que habiendo visto un poco de publicidad y sabiendo que era sobre los problemas judío-palestinos esperaba un bodrio sentimentaloide con exagerados efectos especiales. Puedo decir que me equivoqué. Fueron más de 2 horas de trama intensa, dramas internacionales y una visión centrada donde no hay blancos ni negros, héroes ni villanos, sino una serie de homicidios in crescendo y la desilusión del género humano, donde se comprueba que violencia genera violencia, y causa y consecuencia son una misma cosa.
La película inicia con el asalto a la Villa Olímpica de Munich por parte de un comando terrorista palestino: Septiembre Negro, y todos los acontecimientos que se desencadenan la noche de la tragedia. Todo esto es sólo para dar pie a una película sobre agentes secretos, terroristas, mercado negro de armas e información, y una profunda reflexión acerca del bien y el mal.
Al más puro estilo Misión Imposible, una pequeña célula de agentes israelíes es enviada a asesinar a 11 líderes de Septiembre Negro, siendo al principio un grupo con casi nula experiencia en el campo. De una incapacidad absoluta para cometer un crímen, vemos evolucionar las personalidades de los integrantes del equipo, y su compleja inter-relación con otros grupos de uinteligencia en una intrincada trama de juegos del gato y el ratón donde intervienen la OLP, el Mossad, la CIA, la KGB y agentes independientes.
La trama mantiene al espectador al filo del asiento, y es de agradecer que Spielberg no nos trate de colar la historia de "nosotros somos las víctimas", sino que muestre los puntos de vista de las distintas facciones, y un final que se aleja del happy end ya qu, a fin de cuentas, no hay ganadores en esta carrera suicida.
2 comentarios:
Pues por esta vez no voy a poder estar de acuerdo contigo Errantus.
La verdad es que la primera parte de la peli me gusto bastante y es cierto que es algo "imparcial" (los israelies asesinan a sangre fria pero eso si con motivo, no como esos salvajes y sanguinarios moros de mierda...).
Como decía, la verdad es que la primera parte está bastante bien, pero cuando ya se acerca el final (que parece que no llega nunca), me pasó igual que con IA, ¡me sobraron 45 minutos!.
Aunque siempre me gustó Spieldberg, debo decir que a ver si aprendemos a rematar las películas y no a contar rollos subsidiarios que la verdad no justifican nada.
Un saludote
Deja adivino, la casa de "Papá", el rollo familiar y la paranoia del prota.
A mí me agradó el ver la transformación psicológica del personaje, desde los reparos iniciales, pasar por su etapa de sentirse todopoderoso e intocable hasta acabar siendo una rata acorralada.
Con lo que si creo que se pasó 3 pueblos Spielberg es con la burrada de la pesadilla. no explica nada y confunde más. Podría haber prescindido de ella. Bueno, y de varios rollitos más.
Lo que me encantó fue la caracterización de "El hombre fuerte de Israel". Nunca me imaginé que Golda Meier pudiera verse como una abuelita dulce e inofensiva, pero tiene sentido. Los grandes personajes no dejan de ser humanos.
Besitos
Publicar un comentario