Los viajeros llevaban algún tiempo siendo seguidos y molestados por la panda de chiquillos menesterosos que buscaban alguna moneda o un méndrugo de pan, ya fuera por medio de la compasión, ya fuera por cansancio.
El más alto se mostraba irritado, y empezaba a maldecir, mientras su compañero caminaba despreocupadamente a su lado al tiempo que jugueteaba con su espada corta.
-Estos mendigos empiezan a volverme loco. -Masculló el primero.
-No pierdas la cabeza... -Dijo su compañero soltando repentinamente un mandoble que cercenó la testa del mocoso más cercano.-...Deja que sean otros quienes lo hagan.
3 comentarios:
¿Y no seria que los chavitos esos nada mas estaban pidiendo su calaverita? X-D
Vale, vale, ya me voy
saludos
¿De dónde crees que saqué la inspiración Paco? >;)
¿Se supone que esto es entretenido?
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