¿Seguro que leimos el mismo libro?

Pasa que platicando con los amigos sale a relucir un libro determinado, algo que a uno le ha parecido excelente, de esos libros para elevar a la categoría de consagrados, y resulta que el amigo opina que es una bazofia. Al comparar puntos de vista, argumentos, visiones, surge la duda: ¿seguro que nos leimos el mismo libro? Y es que en ocasiones ni sobre el género nos ponemos de acuerdo, como ya pasó con la bonita novela rosa con navecitas espaciales que lleva por título Shards of Honor, y que mi amigo Aryxael insiste en venderme como Ciencia Ficción Militarista. Puntos de vista diferentes, definitivo.

Es más, incluso cuando leo las diferentes reseñas existentes de En el otro viento, me doy cuenta que por mucho que a Nacho y a mí nos encante la Leguin, tenemos diferentes puntos de vista, no necesariamente encontrados, pero sí formas distintas de extraer la sustancia de una historia. Cada quien vive las cosas a su manera; todo depende del color del cristal con que se mira y, como dije en otra entrada, hay Un tiempo para cada cosa.