El café. Parte central de mi vida, compañero en las buenas y las malas, siempre presente en los momentos de reflexión. ¿Qué puede haber más satisfactorio que dejar naufragar los pensamientos en una deliciosa y aromática taza de café?
martes, febrero 19, 2008
Efímero 126, A medias
Pues nada, que en el Efímero 126 ha salido publicado un cuentito mío titulado A medias, por si alguien siente la curiosidad de leerlo y no lo hizo en su momento cuando lo subí en Con Sabor a Ajenjo.
11 comentarios:
Anónimo
dijo...
Perdóname, pero se ve que estoy un poco tonto y no consigo pasar del trocito de muestra de Rita Vicencio (tú, supongo) que aparece cuando se hace click en una de las manos, zoquete que es uno, aaay ¿como hago para leerlo? (debe ser la edad)
Pues debería desplegarse debajo de mi nombre en la pantalla. Pero bueno, aquí va:
Era una mujer sensualmente hemipléjica, con un cuerpo a medias voluptuoso, a medias esmirriado. Esa parte izquierda de su anatomía le hacía deliciosa, siempre y cuando uno no se fijase en las muletas o la silla de ruedas. Sus labios tan sensuales daban ganas de medio devorarlos, medio acariciarlos; ¿Quién no moría por ese quiebre de cadera, siempre y cuando no fuese demasiado exquisito respecto al arrastrase de su pierna derecha? ¿Quién no anhelaba una mirada de ese ojo azul, de intensidad innombrable? El problema con esa mujer era que todas sus relaciones se quedaban siempre a medias.
11 comentarios:
Perdóname, pero se ve que estoy un poco tonto y no consigo pasar del trocito de muestra de Rita Vicencio (tú, supongo) que aparece cuando se hace click en una de las manos, zoquete que es uno, aaay ¿como hago para leerlo? (debe ser la edad)
Pues debería desplegarse debajo de mi nombre en la pantalla. Pero bueno, aquí va:
Era una mujer sensualmente hemipléjica, con un cuerpo a medias voluptuoso, a medias esmirriado. Esa parte izquierda de su anatomía le hacía deliciosa, siempre y cuando uno no se fijase en las muletas o la silla de ruedas. Sus labios tan sensuales daban ganas de medio devorarlos, medio acariciarlos; ¿Quién no moría por ese quiebre de cadera, siempre y cuando no fuese demasiado exquisito respecto al arrastrase de su pierna derecha? ¿Quién no anhelaba una mirada de ese ojo azul, de intensidad innombrable? El problema con esa mujer era que todas sus relaciones se quedaban siempre a medias.
Me encanta el nuevo aire de tu blog!!!
Genial. :)
un besazo
Ya hacía falta un cambio de cara, ¿no?
Me gusta el cambio :-P
Bss
Me late tu rediseño flaca, al igual que tu minicruento, siempre tan dulce tu :) jajaja
Ya sabes que soy la dulzura en persona, flaco. Pregunta a tu alrededor. ;)
I just love the way your Blog looks now! I really like the way you write. you are brilliant
and I always finish wanting more.
ok, el blog se volvió café...y la taza?
Mecachis, hacía siglos que no te dejaba un comentario...
En realidad vengo por el enlace caducado. Deberías borrar "Las Crónicas del Tecnomante" de la lista de blogs, el enlace al que apunta ya no existe.
Pues muchas feliciades por la publicación, me ha encantado. :)
Y la nueva cara del blog también te ha quedado muy chula.
:)
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