El fin de semana pasado tuve oportunidad de ver una obra de teatro que usa como pretexto la guerra de Troya para hablar de la situación actual. ¿Qué oyes Orestes? nos muestra un drama donde se enfrentan y desgarran Agamenón, Clitemnestra, Electra, Orestes y la inocente Ifigenia. Un juego de espejos que nos habla, en principio, de la caída de Troya, de Tenochtitlan, de Bagdad... Se conjuga lo antiguo y lo moderno en una puesta en escena multidisciplinaria donde se entrelazan la danza contemporanea, el canto y la actuación.
La conciencia, el deber de estado, la familia, el poder, la locura, la muerte... este y otros temas van enredando la telaraña de un drama antiguo que sigue siendo vigente. Con una visión femenina se enfrenta al individuo ante el poder desmedido y la ambición, capaz de arrasar con los propios con tal de alcanzar la destrucción total del otro. ¿Era Agamenón un héroe y una víctima, o tan sólo otro tirano megalomaníaco? ¿Qué voces, qué ideas eran las que retumbaban en el interior de la cabeza de Orestes? ¿Quién sale a salvo de la locura? ¿Quién es víctima y quién verdugo? Los personajes giran, se intercambian, las escenas se reiteran, reflejadas con ligeras distorsiones que nos dan otra lectura. La angustia nos invade y nos cuestiona sobre nuestras propias percepciones. A fin de cuentas, más que preguntar a Orestes, acabamos preguntándonos a nosotros mismos: En el medio de todo este caos y cacofonías ¿Qué oímos?
Si bien a aquellos que gustan de los clásicos tal cual, sin cambios ni nuevas lecturas, puede que no les guste demasiado la obra, bien vale la pena verla. Y si se busca algo fresco para pensar, es una buena alternativa. La obra se halla itinerante en diversos teatros del circuito universitario de la Ciudad de México.
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