martes, julio 12, 2005

Inquieta compañía


Carlos Fuentes no es precisamente un autor de terror, es más bien un fuerte conocedor de la idiosincracia mexicana que retrata toda clase de aspectos de nuestra sociedad; justo por eso resulta tan interesante su incursión dentro del género sobrenatural, mismo que toca en algunos de sus textos, como es el caso de la famosa Aura.

Inquieta compañía es un libro compuesto por una serie de relatos variopintos que tienen como hilo conector el uso de personajes sobrenaturales mediante los cuales Fuentes va haciendo un recorrido por la geografía física e ideológica del enorme territorio mexicano. Así, a través de la lectura, asisitimos a un desfile de fantasmas, ángeles, brujas, ánimas vengativas y, como invitado especial, un vampiro transilvano. Una verdadera delicia para descubrir.

Se trata de un libro muy interesante, publicado por Editorial Alfaguara en el 2004.

Contraportada: "Quizá, como el vampiro, Dios es un ser nocturno y misterioso que no acaba de manifestarse o de entenderse a sí mismo y por eso nos necesita".

Fantasmas, brujas, ángeles, vampiros... A pesar de todas las apariencias de modernidad, los seres que acostumbramos llamar imaginarios no mueren por completo, como si nuestros temores más grandes y nuestros más ardorosos deseos sólo entrasen en receso, guardados en un sótano junto a cachivaches inservibles, hasta que un accidente, una casualidad o fuerzas oscuras los convocan.

¿Es la vida un breve paso, esta premura entre la cuna y la tumba? Carlos Fuentes narra en este volumen seis historias en las que esa pregunta recibe respuestas insospechadas ante los infinitos recursos de la muerte. La maldición de uno es la bendición de otro. Y Vladimir Radu afirma: "Usted vive la vida. Yo la codicio."

Los relatos que integran Inquieta compañía son:
"El amante del teatro"
"La gata de mi madre"
"La buena compañía"
"Calixta Brand"
"La bella durmiente"
"Vlad"
Dentro de todos los relatos contenidos el que más me gustó fue La gata de mi madre, quizá por la simbólica carga que lleva frase tan ambigua y que retrata un estrato muy específico de la Ciudad de México, la interrelación entre familias de rancio abolengo en total decadencia y la servidumbre, rodeado del marco de la zona del Tepeyac, donde se haya ubicada la famosa Basílica de Guadalupe, centro religioso por excelencia del país.

Inquieta Compañía
Carlos Fuentes
Editorial Alfaguara

1 comentario:

Errantus dijo...

XD Pobres vulcanos. Mira que los chihuahueños diabólicos podrían ser otro relato a incluir. XD

Un excelente libro, sí señor. Una serie de relatos sobre las familias de rancio abolengo que tan sólo conservan los fantasmas de glorias pasadas, que se convierten en fantasmas que acarician memorias de un mundo que les ha olvidado.

Espero que nos veamos pronto, aunque sólo sea para degustar otros "chupas". ;)