Pese a hacerse odiosas las comparaciones, hay veces que no encuentra uno otra manera de hablar de un creador si no es emulando su obra a la de otros. Máscaras de matar remite un poco a la prosa de la Gorosdicher en Kalpa Imperial, si ésta se hubiera preocupado por ahondar más en su sur, y hubiera descrito a fondo el tema de las guerras tribales. También hay un mucho de la magia de Vance para describir mundos exóticos, crear culturas, lenguajes, costumbres e intrigas, como en la trilogía de Alastor.
Máscaras de Matar le sumerge a uno en un mundo maravilloso y salvaje, terriblemente sangriento, pero no por eso menos hermoso. Un mundo donde las relaciones sociales son complejas, donde la gente usa máscaras de verdad para socializar. Un mundo lleno de pequeños rituales que articulan el ritmo de una sociedad primitiva y refinada a la vez. Un refinamiento sangriento e incomprensible para nosotros, humanos aburguesados del siglo XXI.
El libro comienza con una descripción de las diferentes etnias que componen la región de Los Seis Dedos, cosa que al principio puede resultar muy fastidiosa pero que a la larga se agradece. Realmente León Arsenal se esmeró en la creación de esta cultura donde cada clan toma las características de su tótem para crear una forma de lucha y un estilo de vida único. Por principio conocemos a Corocota, el hombre-lobo, cazador de cabezas al servicio del juez supremo, quien le envía a la caza de una bruja que ha roto varias vedas de las pocas leyes que rigen esta extraña sociedad. Por cuestiones de política, a su lado se encaminan sus amigos Palo vento, el hombre-serpiente y Corsal, el hombre-halcón. A partir de este momento nos vemos sumergidos en un mundo en constante lucha, que mantiene un delicado equilibrio por medio de las máscaras y unos muy complejos lazos de sangre. Al mismo tiempo, una vieja máscara sumamente poderosa, el Cufa Sabut, hace su aparición y amenaza con sembrar el caos rompiendo el frágil balance de la sociedad de Los Seis Dedos y tierras aledañas. La guerra está a la orden del día, y todos tendrán que decidir de qué lado están y cuál es la mejor máscara a utilizar para enfrentar al mundo.
Si bien mucha gente ha criticado el hecho de que al final del libro se quedan muchos cabos sueltos, no es menos cierto que el abanico de opciones que Arsenal presenta es tan amplio que fácilmente daría para hacer una franquicia con decenas de continuaciones. Quiera Yog Sothoth que no sea así. El libro tiene cientos de matices y da para múltiples reflexiones, especialmente ante las mácaras que usamos ante la sociedad, como aquella acerca de las máscaras que a fuerza de ser usadas múltiples veces se vuelven tan poderosas que absorben y nulifican la personalidad de su portador.
Un verdadero regalo de exotismo y análisis, con personajes asombrosos y bastante creíbles. Si se me permitiese hacer una sugerencia, pediría al autor que nos regalase con descripciones sobre la misteriosa ciudad de las brujas guerreras.
Gracias a nuestra inolvidable página naranja es posible descargarse el primer capítulo de Máscaras de Matar, para ir abriendo el apetito.
Máscaras de Matar, León Arsenal
Premio Minotauro 2004
Género: Fantasía
286 páginas.
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