jueves, julio 28, 2005

La Ciudad del Pecado

Anoche fuimos a ver Sin City, y una de las primeras cosas que me llamaron la atención fue la restricción de edad para verla, sólo mayores de 18. Una vez que inició la película, me di cuenta que la restricción resultaba muy acertada. Se trata de una cinta dura, agresiva, llena de violencia física y verbal. Y, sin embargo, es una maravilla visual, según las entrevistas pasadas en TV, calcada a las viñetas del comic, que fue usado como guión fielmente seguido por el director, Robert Rodríguez, quien inteligentemente invitó como co-director a Frank Miller, y de invitado especial para dirigir, a Quentin Tarantino.

Nunca me sentí atraída por el comic, pero debo reconocer que las imágenes son de una gran plasticidad, manejado casi todo en blanco y negro, con algunos acentos en colores vibrantes que marcan un constraste aún mayor y destacan detalles sutiles, a veces no tanto, de la escena.

La película es un pulp total, una novela negra sin concesiones que, curiosamente, gira en torno a varias historias de amor. Toda la sangre, toda la brutalidad y violencia giran y se justifican en historias románticas pasadas por el filtro del alto contraste, donde no hay lugar para la ternura, no en un mundo regido por las pasiones más básicas, donde eros y tanatos se disputan el equilibrio.

En la Ciudad del Pecado no hay santos, sólo pecadores; existen los antihéroes, hombres con una ética y código de honor especiales, capaces de matar sin dudarlo, y de las formas más sanguinarias posibles, siempre y cuando estén convencidos que el contrario lo merezca; existen verdaderos monstruos, seres obscenamente desequilibrados; y existe una visión muy radical de las mujeres como víctimas o victimarias: musas hermosas, crueles y peligrosas, o simples objetos decorativos, jamás compañeras. Así es Sin City, un mundo de instintos desatados sin concesiones a la corrección política o las buenas conciencias.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

hasta hace poquisimo tiempo tuve noticias de que existia una pelicula de Sin City, y eso fue porque un primo me presto su copia pirata que se habia conseguido quien sabe donde.
mas me sorprendi cuando note que el director era Robert Rodriguez, de quien recuerdo con particular cariño la peli "El Mariachi", la 1a. por supuesto, donde me diverti bastante con sus escenas de accion.
en un arrebato de esos que no tienen justificacion logica decidi devolver la copia a mi primo sin haberla visto, decidi esperar a que llegara a las salas de mi ciudad.
ahora, habiendo leido algunas reseñas y reportajes de esta pelicula mi curiosidad se intensifica, maxime que parece que ha capturado en la pantalla la escencia del comic, del cual soy aficionado. espero que este fin de semana la pueda ver, y que cumpla con mis espectativas.

Nacho dijo...

Ahora sé que lo que voy a ver es justo lo que pensaba. Se aprecia en tu último párrafo, donde resumes por qué no hay que tomarse en serio Sin City pero, también, por qué resulta tan atractiva. Parafraseando al Maki, en estos tiempos podridos y sin ética a las personas sensibles ya sólo nos queda la estética. Y de eso en esta obra de Frank Miller hay mucho.

Errantus dijo...

Tú lo has dicho, Nacho, mucha estética y una ética muy flexible. Eso es lo que hay.

Si tuviera que extraerle algún mensaje a la peli, y tras mucho reflexionar, diría que tal vez la moraleja es que tan sólo el amor es la salvación, pero me suena demasiado cursi.

Anónimo dijo...

Amor en tiempos de cólera, sí, pero ¿qué amor?. Hay tantas clases, definiciones, tanta casuística al respecto que me temo que ha pasado de ser algo real a un conjunto de cuatro letras que rima bien en las canciones.

Esto me recuerda a Nietzsche cuando decía que había que volver al "sentido de la tierra". Lo hemos perdido definitivamente, me temo.

Unknown dijo...

Yo diría que una vez que la sangre y la pólvora salpicó hasta mi butaca (inconvenientes de entrar al último a la sala y hallar lugar sólo en primera fila) la moraleja de la historia es que uno debe serle fiel a sus convicciones.

Errantus dijo...

Si, si, un hombre debe de hacer lo que un hombre debe de hacer... *roll*

Creo que seguiré masticando la peli, a ver si no se me indigesta.

Anónimo dijo...

A mí casi me daban un papel en la película de "Sin city", hice pruebas de vestuario y de fotografía. De hecho, en mi blog hay una foto mía con el vestuario de Jessica Alba.

Robby (así le digo a Robert Rodríguez ,el director), me dijo que yo era fantástica en el papel de mujer de la vida fácil...mmm...ahora que lo pienso....eso no suena tan bien.

Pero como yo pedía 10 millones (mínimo), se lo dieron a Jessica Alba, jejeje

Unknown dijo...

Hablando de dicha película, acabo de hablar con mi correligionario Kako quien por fin vió la película y coincide plenamente en que Hartigan es uno de los nuestros.