lunes, enero 23, 2006

Aeon Flux con sacarina

Hace tiempo me comentó un amigo que estaban por sacar la filmación de Aeon flux, y me sentó bastante mal la idea después de ver las barabaridades de adaptaciones que se han hecho últimamente de varios libros y comics de culto. De forma sistemática evitaba enterarme de los avances, entrevistas o cualquier clase de referencia que tuviera que ver con la peli. Es más, si no hubiera sido porque mi amigo Wally me invitó al cine y toda la cartelera apestaba, dudo que la hubiese visto. Tal era mi negación. Sin embargo, debo reconocer que disfruté de la misma.

Dentro de las limitantes de la corrección hollywoodense, y el hecho de que hay que evitar que se les censure un producto que mayoritariamente puede atraer a un público adolescente, la película respeta bastante el espíritu de la animación, si bien la estética sado ha sido pasada por un filtro que nos deja con piel estratégicamente mostrada, ropas ajustadas y un algo de futurismo.

Aeon Flux sigue siendo una asesina altamente eficiente que lucha contra el sistema de Trevor Goodchild, sin embargo el clima de amenaza y absolutismo es apenas insinuado. Un paraíso en el cual los rebeldes monicanos son una serpiente de colmillos bastante pequeños. Toda la humanidad vive en una sola ciudad, fuera está la naturaleza, completamente salvaje y desconocida, mas no amenazante. La amenaza viene de dentro, ya que una extraña psicosis parece cernirse sobre toda la población, tal vez eso sea lo que motive a los monicanos.

Conocemos a la familia de Aeon, su hermana Una ¿a alguien le suena el nombre? ¿para qué hacerlas hermanas? y su marido. Una es eliminada y Aeon decide tomar venganza contra el régimen que ya combatía. Aquí es cuando entra en escena una vieja conocida Sithandra ¿no era Scafandra en el original? , bueno, no importa. Sólo que en vez de tratarse de una peliroja tenemos a una afroamericana, y afortunadamente respetan el implante de manos en vez de piernas, que si no...

En fin, entran a la fortaleza de Goodchild, repitiendo esa escena tan gustada de la animación donde juntas atraviezan un campo de muerte, solo que en vez de un yermo hostil tenemos un jardin exótico y mortal. Y por fin tenemos a la Aeon que conocemos, implacable, despiadada e impredecible... Hasta que se encuentra con Goodchild y la cosa se descompone. ¿Tensión sexual? ¿Lucha de poder entre ambos? Olvídalo. Romance inmediato y cambia la jugada. Del eterno juego de traiciones dentro de traiciones tan típico de la serie nos encontramos con unas pocas intrigas y mucha acción. Balacera asegurada, muestras de tecnología, el laboratorio secreto, la clonación... todo está ahí, si, pero debidamente edulcorado. Aeon Flux ha pasado por el baño aséptico del cine comercial dejándo una buena peli de acción con happy end incluido.

Así que la recomendación es disfrutarla sin hacer demasiadas comparaciones, es una buena película palomitera que ni siquiera deja pensando, pero que da para sacar un video juego y comics de la adaptación. Podría haber sido peor.

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